sábado, 17 de julio de 2010



CONSAGRACION A LA MILAGROSA.
Postrado ante vuestro acatamiento,
i Virgen de la Medalla Milagrosa !
y después de saludaros en el augusto
misterio de vuestra Consepción sin
mancha, os elijo, desde ahora para
siempre , por mi Madre, Abogada,
Reina y Señora de todas mis acciones
y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo os prometo, Virgen purísima,
no olvidaros jamás, ni vuestro culto,
ni los intereses de vestragloria,
a la vez que os prometo también
promover en los que me rodean,
vuestro amor.
Recibidme, Madre tierma,
desde este momento,
y sed para mí el refujio en esta vida
y el sostén a la hora de la muerte.
AMÉN.


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